El primer fin de semana de septiembre, Besalú vuelve mil años atrás para transformar su centro histórico en un plató único, donde la fantasía y la historia transportan al visitante al antiguo condado de Besalú.
El valor del conjunto arquitectónico e histórico de la villa la convierte en una de las muestras más importantes y singulares de los conjuntos medievales de Cataluña. Durante dos días, las calles, la gente, las tiendas, los edificios, el paseo fluvial, las murallas, las plazas y los rincones no se escapan de la influencia de la Fira Medieval.