Esta fiesta se celebra el anochecer del día 24 de diciembre en las poblaciones de Bagà y Sant Julià de Cerdanyola. Consiste en encender unas antorchas llamadas faies.
Se trata de una fiesta de raíces precristianas que correspondería a la celebración del solsticio de invierno, y vendría a ser una plegaria ritual para detener el acortamiento de los días.