La red de lagos en la cabecera de la Vall Fosca se supo aprovechar a principios del S. XX para generar energía con la que fue la primera central hidroeléctrica de Cataluña. Aquello supuso el inicio de una auténtica revolución para los valles del Pirineo Catalán, tal como se puede conocer visitando el Museo Hidroeléctrico de Capdella.
Su nombre viene dado por la geografía que ocupa: es estrecho y está rodeado de grandes montañas. Sin embargo, es un territorio alejado de lo tenebroso. Con más de una veintena de estanques en el norte que forman los lagos de Capdella, el agua es el principal recurso de la Vall Fosca. Así, el río Flamisell cruza con alegría por el centro montaña abajo hasta la Pobla de Segur. Es su eje vertebral y pasa por los 19 pequeños pueblos que conforman el valle. En sus riberas, buenos bosques de chopos, fresnos y álamos, de pinos, encinas y robles.
Tras 14 minutos de ascenso y salvando un desnivel de 450 metros, este espectacular teleférico se convierte en el punto de inicio de muchas aventuras del valle. Se ideó en 1989 para la construcción de la central de Sallente y si el viajero duda sobre si aguantará su peso debe saber que es capaz de transportar hasta... ¡Un camión de hormigón!
El Cinquè Llac (el Quinto Lago) se irá vislumbrando desde los diferentes picos por los que transcurre esta travesía circular que se ha convertido en todo un referente. Son 100 km divididos en 5 etapas que transcurren a los pies del Parque Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, por lo que regala una colección de paisajes maravillosos de alta montaña.
Puede parecer una paradoja, pero en ocasiones hay que alejarse para poder ver mejor un lugar. Aunque tampoco demasiado lejos, sólo la distancia de alguno de los ocho miradores acondicionados que, desde las alturas, garantizan las mejores vistas sobre el paisaje de la Vall Fosca. ¡Escoge tu favorito! O mejor, visítalos todos.
En muchos casos el auténtico lujo no está en el número de estrellas que hay en la puerta del hotel,
sino en los detalles y en el enclave escogido. Es el caso de la oferta de alojamientos de la Vall Fosca: hoteles lejos del ajetreo, antiguas casas de pueblo reformadas con gusto, o bien campings, albergues y refugios en contacto directo con la naturaleza.
Este año se celebrará la 6o edición del festival a mediados de julio y será una oportunidad largamente esperada para volver a disfrutar de nuevo de la belleza natural de la Vall Fosca. Como complemento de las jornadas de senderismo la oportunidad de conocer la tradición de la brena, la comida que se llevaba para el camino, y otras experiencias muy especiales.
El antiguo ferrocarril que servía para transportar material y trabajadores se ha convertido
en un plan perfecto para hacer senderismo en familia. El camino en el que aún se pueden ver los antiguos raíles comienza en el Estany Gento (a 2.200 m). Cuatro túneles y 5 km de vía verde prácticamente plana pero con paisajes espectaculares
Lleva celebrándose desde muy antiguo, coincidiendo el primer fin de semana de octubre con el descenso del ganado trashumante. Si antaño marcaba los precios del resto de ferias, hoy se ha convertido en un evento cultural con muestra de oficios antiguos, artesanías y un desayuno popular para probar la girella, un embutido típico.