La séptima etapa de la Transpirenaica transcurre íntegramente por la Alta Garrotxa. Desde el paraje mágico de Sant Aniol d'Aguja caminamos por senderos abruptos y salvajes, superando collados y barrancos, hasta llegar a la bonita población de Beget. Tan solo al final de la jornada hacemos un tramo por pista y carretera. Esta etapa nos ofrece paisajes preciosos y llenos de encanto: el espectacular Salt de la Núvia, el núcleo abandonado de Talaixà, el valle de Hortmoier, las calles empedradas de Beget,...
La derivada de la longitud y el desnivel que hay que superar. La etapa no presenta ninguna dificultad técnica.
Nada en especial.
Alta Garrotxa. 1:25.000. Editorial Alpina.
Base topogràfica de Catalunya 1:25.000. Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC).
Empezamos la séptima etapa de la travesía Transpirenaica en (1) Sant Aniol de Aguja (0:00h - 443m). Tomamos un sendero que sale desde detrás de la fuente y que sube por la vertiente occidental de la riera de Sant Aniol. Flanqueamos el barranco por su lado derecho orográfico. El terreno es salvaje y el sendero avanza por una zona abrupta y escarpada que nos permite disfrutar de vistas maravillosas del valle y las montañas del entorno. Pronto llegamos al llamado Salt de la Núvia, un paso elevado por encima del precipicio. En este punto el camino gira hacia la derecha (O). Seguimos flanqueando la montaña ganando altura progresivamente. Pasamos por el lado de los edificios en ruinas de la Quera y continuamos hasta el (2) collado de Talaixà (1:15h - 755m), situado junto al núcleo abandonado de Talaixà, donde hay un refugio libre (Can Torner) que nos puede servir de cobijo.
Empezamos ahora el descenso por el valle del arroyo de Vaquer. Avanzamos por un sendero hasta el Mas de Vaquer, punto donde enlazamos con una pista de tierra que seguimos hasta el Collell. En este punto volvemos a tomar un sendero que baja por la loma de la montaña hasta la (3) Palanca del Samsó (2:00h - 367m), punto más bajo de la etapa. A nuestra izquierda (S) vemos el espectacular corte del Grau d'Escaldes: el arroyo de Beget se abre paso por entre la cresta de Ferran (E) y la cresta del Gall (O).
En la Palanca del Samsó, nosotros cruzamos el arroyo y seguimos el itinerario del GR 11 por una pista que avanza en clara dirección NO, en paralelo al arroyo. Nos encontramos en el pintoresco valle de Hortmoier. Poco antes de llegar a la iglesia de Sant Miquel d'Hortmoier -que está situada al otro lado del arroyo- dejamos la pista y tomamos un camino que sube por la ladera de la montaña en dirección al collado de Muls y que va alternando tramos por pista y tramos por sendero. Vamos ganando altitud, en algún punto haciendo lazadas. Pasamos por detrás del Mas de les Feixanes y, finalmente, alcanzamos el (4) collado de Muls (3:30h - 653m).
Desde este collado, comenzamos el descenso hacia la riera de Beget. La bajada va flanqueando la montaña y llegamos al fondo del valle cerca de la Farga. Aquí enlazamos con una pista de tierra y cruzamos el arroyo, pasando al lado septentrional del valle. Vamos remontando el valle y enlazamos con la carretera de Beget. Hacemos el último tramo de la etapa por la carretera, hasta que llegamos al encantador pueblo de (5) Beget (4:50h - 531m).
El tramo de camino elevado que hacemos por el valle de Sant Aniol.
Los paisajes salvajes y solitarios de la Alta Garrotxa, que nos acompañan durante toda la etapa.
La aproximación y la llegada a la bucólica población de Beget.
El llamado Salt de la Núvia debe su nombre a una chica de Talaixà que se tiró por el risco cuando iba a casarse? Según la leyenda, la chica decidió saltar por el precipicio camino de la iglesia de Sant Aniol porque la iban a casar en contra de su voluntad.
Pasear por las callejuelas empedradas de Beget y visitar la iglesia románica de Sant Cristòfol, del siglo XII. Dentro de la iglesia encontramos la famosa Majestat de Beget, una talla de madera de unos 2m de altura que está considerada una de las esculturas más importantes del románico.