Comprobado. El carnaval de Solsona no tiene nada que ver con los carnavales de Brasil. Lo único que tienen en común es que se celebran en febrero. Pero aquí cambiamos de registro. Nada de carrozas engalanadas, ni de gente bailando samba, ni de plumas y lentejuelas. Estamos a punto de vivir una de las fiestas más participativas, reivindicativas y tradicionales de toda Cataluña. Para los vecinos de la localidad, lo más importante de la fiesta es el cambio de papeles y el bullicio generalizado. Debemos estar dispuestos, así pues, a participar en una celebración en la que durante una semana desaparece el sentido del ridículo, se puede criticar al poder local y todo el mundo asume el papel que quiere. Esto es Solsona (durante el carnaval, claro está).
Poco a poco, mezclándonos con solsonenses y visitantes, conocemos los secretos de esta fiesta declarada de Interés Nacional. Averiguamos que los personajes clave son los gigantes locos, una parodia de los gigantes oficiales que han acompañado la fiesta desde hace 25 años. Se los puede ver bailando al ritmo del himno del carnaval —el Bufi— el sábado, el mismo día en que se realiza la Colgada del Burro en una de las plazas del centro histórico. Este burro de cartón cuelga de la torre hasta el Miércoles de Ceniza y se mea por sorpresa sobre los viandantes. El sábado por la noche, todos los bares sacan a la calle su barra carnavalesca y prolongan la fiesta hasta la madrugada, mientras los bailes invitan a todo el mundo a mover el esqueleto hasta acabar exhausto.
Otro acto que ha hecho del carnaval solsonés uno de los más sonados y originales del país es la Baixada de Boits, un desfile de vehículos caseros que la gente se construye para hacer un recorrido con ellos por el centro de la ciudad. A los pilotos que los conducen se los llama pilotos suicidas. La fiesta se acaba con el tradicional entierro de Carnestoltes, el rey del carnaval. Pero antes hay que leer su testamento, hacer el velatorio y despedirse convenientemente. Y a partir de entonces hay que portarse bien... ¡hasta el año que viene!