Comenzamos esta gran ruta cultural en Sant Pere de Rodes, muy cerca del Mediterráneo. Llegamos al monasterio por una zigzagueante y empinada carretera que nos ofrece espectaculares estampas del litoral. Las rocas del cabo de Creus, las casitas blancas de los pueblos de la costa, las grandes bahías de Roses y El Port de la Selva y la inmensidad del mar Mediterráneo nos reciben en este lugar privilegiado, considerado uno de los mejores miradores del litoral catalán. Ya en nuestro destino, nos detenemos para contemplar el entorno.
Mirando al mar, a la izquierda, se halla la ermita de Santa Helena de Rodes; a la derecha, el gran monasterio de Sant Pere de Rodes; y en la parte más alta de la sierra, el castillo de Sant Salvador. Visitamos en primer lugar la ermita, de época prerrománica y rematada por una espadaña. Después, el cenobio, edificio estrella de la arquitectura románica en Cataluña, que rezuma una atmósfera especial en todos y cada uno de sus espacios, desde la iglesia, la torre campanario, los dos claustros y la cripta, hasta la bodega y la zona ocupada por las celdas de los monjes y otras dependencias anexas.
Tras la visita del monasterio, un camino nos lleva en tan solo 25 minutos al castillo de Sant Salvador, una fortaleza en ruinas datada en los siglos xi-xiii y que es, al mismo tiempo, uno de los miradores más espectaculares del país.