Se celebran en las principales poblaciones aranesas, y rememoran el descenso del ganado desde el monte, antes de ir a las bordas. Estas ferias tienen más de cien años de existencia, y son uno de los acontecimientos más esperados a lo largo del año, no solo por los vecinos araneses, sino también por los visitantes que vienen de los alrededores de la Val d’Aran.

Antiguamente, la feria de ganado mostraba los animales típicos de la Val d’Aran que eran utilizados por los campesinos. Todavía hoy en día hay gente que los utiliza en tareas agrícolas. Este acontecimiento se complementa con una feria de comercio.